martes, 10 de julio de 2012

Nos vamos desalojando



Amigos lectoras y lectores:

Han sido unos cuantos años de lucha desigual y con inciertos resultados. El objetivo inicial del blog fue denunciar tanto la corrupción existente en los premios de poesía como la forma en la que el amiguismo se ha apoderado de toda la crítica hasta el punto que ya no se lee una sola reseña negativa de un libro (con alguna honrosa excepción).

La poesía es un microcosmos que refleja perfectamente la situación económica y ética de nuestro país. A nivel de premios los casos de corrupción, de amiguismos y endogamias no se han reducido ni un ápice desde que comenzamos este blog. Es más, algunos de los sujetos que hemos criticado han seguido mamando del dinero público en premios amañados que apestan desde la presentación de las bases hasta el resultado de un jurado en el que o bien no se sabe quién lo compone o bien es una especie de trenecito sexual en el que todos se han chupado la polla en algún momento (y decimos la polla porque suelen ser hombres). Es curioso que estos mismos personajes luego se escandalicen de actitudes similares en banqueros, políticos de derechas y otro tipo de fauna. Parece que la única mierda que huelen es la de los demás. Pues no, jurados y premiados, también huele y muy mal la vuestra.

En estas condiciones seguir valorando premios es una forma absurda de predicar en el desierto. Por mucho que nos digan que hay gente que se han moderado "por lo que puedan decir los addison", lo único que puede ayudar a los premios de poesía es la crisis. Ayudar a su desaparición, nos referimos.

En lo poético, y de nuevo salvo algunas excepciones, vivimos en un panorama en el que se están publicando libros extraordinarios que apenas tienen acogida en la prensa oficial mientras que auténticos bodrios ocupan espacios inauditos (de nuevo con alguna pequeña excepción).

Al problema ético y al problema de una crítica muerta se añade la inexistencia de un público lector. El obstáculo no estaba, como señalaba aquel manifiesto para idiotas, en la mayor o menor dificultad de la poesía. El problema, como tantos otros relacionados con España, es más profundo y se llama educación. La forma en la que se enseña poesía en España es una garantía para espantar al 99,99% de la población.

¿Es esta una despedida definitiva? Nunca se sabe. De momento, este año, mejor dicho el que viene, publicaremos la lista de mejores libros del año 2012 como ejercicio de despedida oficial. Hasta ese momento, salvo que veamos algo que nos produzca una rabia muy pronunciada, nos dedicaremos a nuestros libros, a nuestros trabajos y a nuestras vidas, además de a leer poesía, algo que nos sigue apasionando.

Vivimos en un país en el que las personas aguantan todo y la poesía es un terreno más. No somos especiales. No somos divinos. Somos parte de una cultura que en su mansedumbre y en su aceptación de la corrupción a todos los niveles merece todo lo que le está pasando.

Hasta pronto y gracias a todos por vuestro apoyo durante estos años. Hace meses llegamos al millón de visitas, que son, quizá, demasiadas para estas gargantas ya roncas.

Colectivo Addison de Witt