jueves, 23 de abril de 2009

En busca del secreto perdido


Queridos todos:

Vamos a aprovechar lo que queda de semana para ponernos en contacto con las editoriales y, a partir de ahí, revisar lo publicado hasta la fecha. De la misma forma, os animamos a los poetas a que nos enviéis directamente vuestras obras publicadas. Esperamos que con la ayuda de todos podamos tener pronto nuevos secretos de poesía que ofreceros.

Recordamos direcciones:

Para enviar libros: recepciondepoemarios@gmail.com
Para enviar sugerencias de lecturas: buzondewitt@gmail.com

Gracias a todos.

jueves, 16 de abril de 2009

Ánima mía de Carlos Marzal


Hola:

Estaba Marzal inédito en nuestro blog y no hemos podido evitar caer en la tentación de contracriticar su nuevo libro. Si uno de los objetivos del Addisson es encontrar poetas poco conocidos y buenos, también es uno de nuestros objetivos señalar a poetas muy conocidos y menos buenos.

Hemos leído antes de comenzar las críticas al libro que hacen Luis García Jambrina (http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=11628&sec=32&num=894), para nosotros el peor crítico de ABC con diferencia, y Francisco Díaz de Castro en El Cultural (http://www.elcultural.es/articulo.aspx?id=25052, entre los peores críticos de ese medio (resulta difícil quedarse con uno sólo).

Ambos, con unas dosis muy bajas de objetividad a priori, hacen unas reseñas relamidas en el vacío crítico, reseñas que valdrían para cualquier libro que hubiera escrito el poeta, porque lo que importa no es el libro sino el nombre. Evidentemente los responsables de los suplementos han puesto a críticos fáciles ante un libro de Tusquets, un anunciante muy importante, especialmente en esta época de vacas flacas. Es el mismo error en el que está incurriendo Antoni Marí en su dirección de la colección Marginales. Le da igual el libro. Lo que importa es el nombre. Y así llevamos un libro bueno de cada cinco que publica en la colección de Tusquets, siendo generosos. Quizás ha llegado el momento de su relevo.

Sobre "Ánima Mía" comenzaremos diciendo que es uno de los peores libros que hemos leído en los últimos años, y van unos cuantos. Explicaremos las razones. Ponednos una nota baja de objetividad, por favor. Y que alguien le diga a Elena Medel que, afortunadamente, los niños no tendrán que leer los poemas de Marzal en clase. Salvo en el caso de que tropiecen en el neobarroco. O con ella.

"Ánima mía" reúne en un mismo volumen muchos defectos comunes a otros poetas conocidos:

1) Falta de dominio técnico de la retórica: Sí. Carlos Marzal no tiene un dominio técnico adecuado de la poesía. Por mucho que esto vaya en contra del pensamiento común del triste reseñista oficial. En este libro, quizás, se ve en mayor medida este defecto. Si el dominio técnico fuera mayor, también sería mayor su riqueza retórica, pero ésta se ve concentrada a unas pocas figuras que se repiten sin cesar desmontando la utilidad que puedan tener. Es evidente que el hipérbaton abunda toda vez que el poeta quiere ser barroco de mayor. También utiliza con cierta profusión la metáfora, con resultados espeluznantes en algunos casos ("Las llamas del vivir me queman todo", "para hacerse un candil de incertidumbre") como luego veremos con más detalle. Pero es la paradoja, pura o mezclada en juego de palabras, figura que parece de moda en parte de la poesía oficial, la figura de la que más abusa a lo largo de todo el libro ("ardió todo en nostalgia / sin nostalgia", "hasta la tea en blanco de lo oscuro", "dolor que al dolor calla", "Me curo de vivir en lo que escribo /y en lo que vivo sano de escribir", "dándonos la limosna de nos darnos...", "La vida se me aleja si la nombro, / y sólo si la nombro se me alcanza.", "Lo que hay fuera de mí / es de mi adentro, / igual que lo interior es de mi afuera:", "o estamos secos / de toda sequedad...")...¿Os suena? Siglo de oro, pero en la tercera línea.

2) Arcaísmos: Hay una voluntad clara del poeta, desde el mismo título, por usar un lenguaje rebuscado que, en ocasiones, deviene simplemente en arcaísmos: "me han dado las del alba", "que este estar a merced", "Tú tósigo,", "tundida de vivir...", "trasmina de vivir...Marzal dice: "La brizna de arcaísmo da el acento". Como diría él, conocido aficionado al toreo, parece que lo que le da es la puya.

3) Arcaísmo métrico: La fuerza con la que el poeta somete a su lenguaje a los dictados más conservadores de la métrica imparisílaba es, a veces, sorprendente. Los giros son tan forzados que todo ese aparato métrico se le cae encima al poeta. Se le ve la arquitectura al poema. Y el ritmo resulta cansino por una parte y forzado hasta extremos no vistos desde hace tiempo en otra. "Tus dedos niños dos" escribe el poeta para que el acento en la última sílaba haga del verso un heptasílabo. Igualmente busca al precio que sea el acento en la sexta sílaba: "Tu empeño dactilar siempre me empuña", "Dejadme enceguecer de tanto fuego", "como un algodonal que levitase", "cuando desciende un velo sobre el mundo, / de seda vaporosa en que se orea,". Dice Carlos que "Todo viene en fraseo, / todo en solfeo adviene, / y lo ejecuto.", cuando es un sonsonete lo que nos propone. El poeta parece más bien un mal traductor de sí mismo, empeñado en clavar el rígido corsé métrico que se impone.

4) Temática manida: El poeta se atreve con temas poéticos de siempre (el amanecer varias veces, el almendro en flor, el insomnio, la lluvia) y lo hace desde la autocomplacencia y la falta total de originalidad. Al contrario, busca el cliché allí donde puede o es simplemente incapaz de salir de él.

5) Cursilería y amateurismo: En no pocas ocasiones, los versos escritos nos producen vergüenza ajena. Con esto queremos decir que parece increíble que alguien no sólo siga escribiendo de esta manera tan arcaica sino que una parte de la crítica asienta condescendiente. Algunos ejemplos: "La flor de los almendros / es un fruto superior a su fruto.", "Esta mañana viene encinta de temores", "todo este sol violeta moribundo / que agoniza de rosas y azucenas", "Padre sol vespertino acariciaba / las sienes de mis hijos, en la orilla,", "Un velero perenne, aguas adentro, / rasgaba de blancura aquel segundo.", "cabalgaban las olas,.../ desbocadas de espumas majestades,","Son zapatos de boda con el mundo, / los de mis esponsales con la música", "La cabina del tren fue la crisálida / que me acogió en la noche,", "los núbiles jazmines / charolados de verde disciplina", "estoy lavando el mundo en estas lágrimas", "Corrió el niño hacia el agua, / y el animal, sumiso, / lamió sus pies descalzos..." . En especial resulta grave este tono cuando el poeta se pone cantor, sea al amanecer, a los niños, a los dientes, a los almendros, a la playa, a la lluvia, a una preposición o a lo que se le ocurra.

6) Hay un intento de espiritualidad, pero fallido. Es como si algunos autores de Tusquets como el propio Marzal, su amigo Vicente Gallego o Colinas hubieran hecho un cursillo rápido de mística con el resultado de tres libros insoportables.

Un libro malo, de esa corriente neoconservadora en la que se ha ubicado hasta el enterramiento una parte de la poesía española con más éxito. Y nos produce vergüenza ajena porque cuando un extranjero se acerca a nuestra poesía y ve que esto es lo más premiado y alabado por la crítica en el momento, puede dejar de investigar. Piensa que estamos en otro siglo. Y esto produce un daño importante a la poesía española. Por eso es importante denunciarlo. Autores como Marzal no salen gratis al prestigio de nuestras letras. El autor tendrá muchos amigos en todas las generaciones, desde los dedicados Brines o Bonald, pasando por Gallego, Benítez Reyes o Montero hasta Medel entre los más jóvenes. Pero no nos vamos a callar ante libros tan malos como éste. Si "Metales pesados" es uno de los peores premios nacionales que recordamos, y "Fuera de mí" uno de los peores Loewe, "Ánima mía" entraría fácilmente entre los peores libros del poeta. Ahí es nada.

Finalmente, dice en uno de sus versos: "Si supiera escribir, / no escribiría." ¿Por que no ser fiel a la premisa y dedicarse a la novela?

Valoración del libro "Ánima mía": 2 / 10

martes, 7 de abril de 2009

Dos recomendaciones para el descanso: Juan Ramón y Juan Larrea



Y las dos vienes de editoriales muy distintas, pero que siempre publican libros que de manera automática se convierten en referente.

Por una lado, la Fundación Banco de Santander, que tan bien dirige en la parte que nos toca Francisco Javier Expósito, nos presenta el libro "Juan Larrea. Poesía y revelación". El libro lo prologa de manera excelente Gabriele Morelli y contiene no sólo una parte importante de la poesía del poeta vasco sino que además dedica un parte significativa a la faceta ensayística de Larrea. Imprescindible para quienes quieran asomarse a este poeta maravillosamente raro en una generación mucho más homogénea.

El otro libro es la edición gigantesca en erudición de "Dios deseado y deseante" que ha preparado Akal. De nuevo, como ya ocurrió con sus ediciones de Baudelaire y de Vallejo, esta edición es un lujo para quienes amamos este libro, acompañado no sólo de un aparato ensayístico abrumador sino de manuscritos autógrafos y mecanografiados.

Dos caprichos que bien valen un regalo, incluso a uno mismo.

miércoles, 1 de abril de 2009

Playstation y Cristina Peri Rossi. Otro premio Loewe.


Hola a todos de nuevo:

No ha sido fácil escoger una primera crítica tras el parón. Teníamos decidido una reseña completamente distinta pero al final El Cultural de la semana pasado nos cambió, nos encendió y nos lleva a un clásico de este blog: el premio Loewe y la crítico Ainhoa Sáenz de Zaitegui. Luego nos entrarán remordimientos por nuestra dureza pero ahí va la contracrítica. Todavía caliente.

Comencemos por la parte interesante de la reseña. Sáenz se atreve, por primera vez en la historia del suplemento, a partirle la cara a un libro galardonado con este premio. Se agradece la sinceridad y la crítica al poder. Al mismo tiempo lo hace de manera detallada y estamos de acuerdo en la mayoría de puntos negativos que señala.

Por el lado negativo, varios detalles. En primer lugar, ha tenido que dejar de estar el señor Anson en el jurado para que El Cultural ponga el dedo en la llaga. En segundo lugar, como casualidad, es la segunda vez que leemos una crítica dura de Ainhoa y en los dos casos han sido mujeres. En este caso, creemos en las casualidades. Desgraciadamente toda la fuerza de su discurso se pierde al final por el sumidero de la frase: "Pero no nos engañemos: no es un premio Loewe". Ya.

El vigésimo primer premio Loewe no difiere mucho, en su calidad poética, de los veinte libros premiados con anterioridad. Dos han sido los fallos históricos de este premio. En primer lugar, la calidad general de los libros ha sido muy baja, premiándose nombres en vez de obras, comportamiento heredado de los premios de narrativa, siempre con poéticas conservadoras y con una endogamia preocupante de jurados y premiados. El segundo error del premio, en línea con el primer punto, ha sido que, desde su comienzo, ha tenido un enfoque predominantemente burgués. Como los seguidores del Opus sientan en la mesa a un pobre por Navidad, la burguesía ha venido sentando a los poetas con más ganas de aparecer en los medios y sacar dinero, y la connivencia poder-poesía, dos palabras que deberían de ser antónimas, se ha enquistado alrededor de la corbata.

Así que todo el atrevimiento aparente de la crítica se queda en nada en cuanto que defiende lo ocurrido con el premio hasta la fecha. El libro no es sino un nuevo Loewe más, un libro olvidable, afectado por la moda de los años 60 en este caso y que en ningún caso, como el resto, pasará a canon viable salvo a los paraísos artificiales y de interior que fabrican los miembros del jurado. Infumable en cualquier caso. Y, eso sí, de entre lo malo, de lo peor.

Centrándonos ya en "Playstation", uno de los problemas fundamentales del libro es su carácter profundamente narrativo. Dividir una narración en líneas no implica que de manera mágica se fabrique un poema. Esto lo ha dicho Antonio Colinas diez mil veces pero esta vez era jurado. El libro está lleno de ¿poemas? de este tipo, pero algunos son especialmente terribles como "Entrevista", "Recitales de poesía", "Experiencia espiritual" o "Para qué sirve la lectura", que comienza:

"Me llaman de una editorial
y me piden que escriba
cinco folios sobre la necesidad de la lectura

No pagan muy bien.
..."

Apasionante y cargado de poesía. La obsesión por el dinero aparece por todo el poemario: "aunque no nos dieron dinero / que era lo que me importaba"; también la combinación dinero-egocentrismo: "...lo mejor que puedo hacer / es escribir mi biografía / sin pagarle a nadie / a ver si mi editora me lo compra." A veces se incluyen aires de grandeza que le van mucho al premio y premiada: "pero todo el mundo sabe que no me gusta mucho viajar en clase turista...". Toda una declaración de principios.

La poeta parece querer cuidar los finales de cada uno de los versos pero el resultado en la mayoría de casos es un final de principiante, rematando un poema que ya estaba muerto de por sí: "Por eso es que no me gusta ir al teatro, "Se nace o no se nace"... Cuando a la vez la poeta intenta ser irónica, o incluso graciosa, el patetismo produce vergüenza ajena, como en el caso de "Anoche tuve un sueño" o "Experiencia espiritual".

Resulta insoportable como todos los poemas giran en torno al yo inflamado de la poeta, que cae en un confesionalismo trasnochado, autocompasivo (menos mal que sólo fue una pierna), egocéntrico (y no sólo por la camiseta del poema "I love Cristina Peri Rossi") y falsamente provocador. ¿A quién pretende provocar, como ella dice, porque sueñe que se lo hace con su madre, porque sitúe en un sex-shop un poema, porque critique a la familia y la Navidad o porque hable de los centímetros de un consolador? En el 2009, señora Rossi, sus provocaciones no sólo son fallidas sino que están apolilladas. Salvo, a lo mejor, para un jurado cuya media de edad es la de nuestra abuelas.

Las repeticiones de temas también conducen a la monotonía. Por un lado Mina cantando Margherita de Cocciante, por otro lado los sueños, por otro las traducciones que le han hecho de sus poemas...Tedio extremo. Bostezos acusados.

Algunos errores como pensar que Bill Gates inventó Internet, o decir que nada alegre o estimulante se le ocurrió a Shakespeare, Dostoievski, Proust o Kafka producen, de nuevo, vergüenza ajena.

Su intento pasajero de manejo del lenguaje poético tiene resultados como éstos: "Como un Porsche última generación". Fantástico.

Lo único salvable del libro quizás sea el poema homenaje a Ballard y el epitafio que ella misma escribe. Todo lo demás aburre, cansa, y no sólo no es poesía sino que es una narrativa pésima.

Quizás lo peor de todo este asunto, además del propio libro, hayan sido las declaraciones de la poeta. Al parecer, declaró que es "un poemario audaz en las antípodas de la corrección formal". Sí, está en las antípodas de muchas cosas, por ejemplo de la poesía. Según Peri Rossi, "la poesía española debe modernizarse como hizo la americana con Bukowski." Ignorábamos la influencia definitiva de Bukoswki en la poesía y su modernización. Tal combinación de desconocimiento de lo propio y de lo ajeno es sintomática. Sólo desde la nada se puede construir una nada mayor.

Como Rossi escribe, efectivamente la literatura es a veces "un residuo". Este libro es un ejemplo de ello.

Si, como dice la escritora, se presentó al premio por el dinero, objetivo conseguido. A estas alturas lo mejor que podría hacer jurado, mecenas y demás es cancelar para siempre este mal ejemplo de lo que tiene que ser la poesía y los poetas.

Valoración del libro "Playstation": 2 / 10